domingo, 17 de febrero de 2013


         LA EXPRESIÓN CORPORAL Y YO:
         Mi experiencia referente a la expresión corporal ha sido muy buena y cuando he podido trabajarla el resultado y la experiencia han sido gratificantes.
         Cuando en 5º de primaria la maestra de Educación Física nos planteó crear una coreografía libre por grupos durante 4 sesiones. Al principio la predisposición no fue satisfactoria por los chicos del aula; ellos deseaban que llegara la Educación Física para jugar a cualquier deporte y no para perder el tiempo bailando. Pero cuando vieron que era la primera vez que se nos daba la oportunidad de hacer un trabajo libre, creativo, original y con todo tipo de material pronto se unieron al resto de la clase. Recuerdo perfectamente la coreografía de mi grupo con cuerdas y balones “Safri duo played a live zippy”. Sólo hicimos estas sesiones durante toda la primaria. Con este hecho podemos ver la poca importancia que los docentes dan a este contenido del currículum escolar. Pero a pesar de esta corta y agradable experiencia, la expresión corporal desde este momento fue admitida en mi vida como algo novedoso y particular por el hecho de poder trabajar y compartir momentos de imaginación y complicidad con los compañeros que formaban parte de mi vida en la escuela.
         Posteriormente, en el instituto, el maestro de Educación Física nos impartió clases de baile de salón durante 3 o 4 sesiones además nos propuso un trabajo grupal libre dónde teníamos que crear una coreografía con música pero sin hablar ni cantar. No recuerdo muy bien el material que utilizamos pero sé que nos lo facilitó el instituto. La experiencia tuvo éxito ya que todos éramos más maduros y nos tomábamos el trabajo más enserio.
         Mi siguiente relación con la expresión corporal surgió en el T.A.F.A.D. Durante un trimestre entero pudimos sentir de nuevo la energía y vitalidad que este contenido de a Educación Física contempla. Las actividades eran grupales e individuales. Como cierre final a la expresión corporal, por grupos de 7 u 8 personas preparamos durante 8 sesiones una coreografía de acrogimnasia; aún guardo las fotografías y algún vídeo. Recuerdo mucho estas sesiones por el trabajo y empeño que pusimos que posteriormente vimos reflejado en la coreografía final. Fue una experiencia inexplicable.
         Otros momentos de expresión corporal de mi vida fueron el año pasado, en 2º de Magisterio. El docente que impartía las sesiones hizo que todos sintiéramos nuestro cuerpo y el de los compañeros todo en uno. Nos enseñó a improvisar, exteriorizar, desconectar y valorar la expresión como una actividad más de nuestra vida y además nos ayudo a crecer como grupo. Tuve la suerte de compartir con él y con mis compañeros una PERFORMANCE en el Hall de la Universidad. Una vez más mi experiencia con la expresión corporal fue satisfactoria. Puedo decir que la sensación de ver a mis compañeros implicados trabajando en grupo y ver la libertad de expresión en ellos fue inexplicable por eso no basta con que os lo cuente sino que os invito a vivirlo y sentirlo.
         Estos momentos son los que recuerdo de la expresión corporal a lo largo de mi vida. Han sido momentos muy intensos con miedos y vergüenzas, pero sobre todo con buenos resultados. Espero que todos como docentes trabajemos estos contenidos desde primaria para que no sean rechazados en un futuro.
         Actualmente estoy compartiendo con mis compañeros de 3ºH la asignatura de Habilidades Expresivas. Sé que durante estos cuatro meses vamos a formar un gran equipo y que la expresión va a formar parte de nuestro día a día.
ALBA ALBENCA SERRANO

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